A finales del siglo XVI comenzaron a aparecer en el Sacromonte de Granada unas láminas de plomo escritas en árabe que contenían las revelaciones de la Virgen María a unos discípulos suyos, árabes cristianos, que vinieron a España con Santiago y en Granada encontraron el martirio. Junto con las láminas de plomo se encontraron las reliquias de estos mártires que fueron aceptadas con entusiasmo por la iglesia granadina, que encontró en ellas la prueba de la temprana evangelización de la ciudad y de la existencia de su primer obispo. Las láminas de plomo contenían unos apócrifos escritos en árabe...