VII Simposio «La razón jurídica»: La vida y la muerte

Jue, 12-04-2012; 02:00 hasta Vie, 13-04-2012; 02:00
Sede CCHS

Sala Menéndez Pidal 0E18

Preámbulo
 
El Grupo de Estudios Lógico-jurídicos, JuriLog, viene organizando anualmente los simposios «La razón jurídica».  Estos simposios constituyen foros de debate sobre cuestiones de filosofía del derecho y campos aledaños desde la perspectiva de un racionalismo analítico. En ellos se han presentado trabajos en torno a múltiples aspectos de la racionalidad, la argumentación, la hermeneútica, la lógica y la axiología del derecho. JuriLog ha decidido consagrar el VII Simposio -que queda convocado con este llamamiento- al tema: «La vida y la muerte»
 
Fundamentación teórica de la convocatoria
El paso de un ser humano de la no-vida a la vida y el inverso seguían, antes del siglo XIX, recorridos unívocos. Hoy existen múltiples posibilidades como: la procreación médicamente aistida; la fecundación en un medio artificial; el diagnóstico preimplantatorio y el prenatal; la donación de gametos; la gestación por encargo; el alumbramiento prematuro con conservación extrauterina (incubadoras); el mantenimiento en vida artificialmente prolongado; las situaciones de coma duradero; el encarnizamiento terapéutico; el alargamiento del ciclo vital en edades para las que la naturaleza no parece habernos provisto de medios para mantener una actividad vital correspondiente; los transplantes de órganos a partir de individuos declarados muertos pero cuyas partes conservan vitalidad suficiente.
 
En lugar de las alternativas simples de sí o no, la evolución de nuestras técnicas y nuestros modos de convivir nos llevan, por un lado, a opciones mucho más complejas, a atribuciones de grado; también nos llevan, por otro lado, a un enfoque pluridimensional, en el que a la pluralidad de grados se suman la variedad de aspectos o facetas y la diversidad de factores causales; lo cual, en el plano axiológico, abre el interrogante de si hay conmensurabilidad entre esos aspectos y si, por lo tanto, a la postre podemos hacer valoraciones que se efectúen habida cuenta de todo.
 
¿Es útil, en estas circunstancias, seguir operando con una lógica binaria y unidimensional? ¿No deberían considerarse en la ética y en la biojurídica lógicas diferentes, plurivalentes y pluriaspectuales?
 
Por otro lado, al aparecer en esa escala gradual y en una pluralidad de aspectos, el hecho de la vida -por oposición a la no-vida, y en concreto a la muerte- demanda imperiosamente una reconsideración axiológica. Sin la menor duda, vivir es valioso, porque el ser tiene más valor que el no-ser; y la vida específicamente humana tiene un valor agregado, porque su concepto abarca las notas de un vivir genéricamente caracterizable por determinadas propiedades a las que atribuimos valor, como la voluntariedad, la personalidad y la conciencia. Sin embargo, no en vano la segunda mitad del siglo XX ha visto nacer un nuevo concepto, el de calidad de vida. Las nuevas posibilidades terapéuticas y el efecto estadístico de la amplia utilización de nuevas tecnologías han determinado, frecuentemente, un aumento de la cantidad de vida (p.ej de su duración esperable), que no pocas veces ha dejado en la cuneta a la calidad, porque a menudo las existencias así prolongadas no cuentan con posibilidades reales de realización auténticamente humana, ni de bienestar ni felicidad.
¿Hay algún criterio válido para ponderar la cantidad y la calidad de vida? ¿Es espurio ese concepto de calidad, según lo sostienen algunos filósofos, aduciendo que presupone un canon implícito de ideal o patrón modélico, por debajo del cual quedarían los individuos defectuosos y, a fuer de tales, desechables?
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