Dos orillas hace referencia a las dos formas extremas de circulación del conocimiento: la que se da entre los centros y las periferias y la que ocurre cuando los destinatarios son legos. O, en otras palabras, cuando uno de los polos de la comunicación es precario. Así, si tuviéramos que cartografiar tales flujos diríamos que en el primer caso la transmisión del saber es horizontal, entre ciudades, países o continentes, mientras que la segunda es vertical, desde las instituciones de elite o los cerebros más exquisitos hasta las organizaciones más populares o los actores más ordinarios. En el...