Una investigación revela nuevas estructuras en la mina de oro romana de Las Médulas
El Instituto de Historia del CSIC llevó a cabo entre 2021 y 2023 el proyecto de investigación “La Zona Arqueológica de Las Médulas y su red hidráulica” (ZAMRedH).
Más de una veintena de científicos trabajaron en esta iniciativa, orientada a la conservación del paisaje cultural que dejó esta antigua explotación minera de oro romana, declarado Patrimonio de la Humanidad. Los resultados se presentan este sábado, 13 de enero de 2024, en una jornada que tendrá lugar en la Casa del Parque de Carucedo (León).
Javier Sánchez-Palencia y Almudena Orejas, profesores de investigación del CSIC, coordinan esta reunión y han sido los principales responsables de un proyecto que ha realizado una valoración de Las Médulas como Bien de Interés Cultural y de distintas propuestas para su mantenimiento, especialmente, de la red hidráulica. La singularidad de este enclave es el resultado de “un proceso histórico, no solo a escala local o nacional, sino representativo de otras zonas del mundo romano”, recuerdan.
El proyecto se proponía investigar todas las estructuras de la mina de oro romana de Las Médulas para definir los sectores que la forman y determinar sus fases de explotación. El resultado es que, por primera vez, se han identificado los restos de diversas trincheras de prospección que fueron sirviendo a los mineros romanos para avanzar en su laboreo, según la información recogida por DiCYT.
La investigación prestó especial atención al estudio de la red hidráulica de Las Médulas, de manera que ha conseguido definir un total de 32 canales de abastecimiento, que suman más de 800 kilómetros de recorrido y 39 depósitos de agua conservados total o parcialmente, cuya capacidad se ha investigado mediante prospecciones geofísicas. En su conjunto, “se trata sin duda de la red hidráulica minera más amplia y compleja conocida en todo el mundo romano”, afirman los investigadores.
Los sondeos arqueológicos llevados a cabo en los depósitos y canales han permitido datar la mina de oro romana entre los inicios del siglo I d.C. y los comienzos del siglo III d. C. Es la primera vez que esta datación se lleva a cabo a partir de las estructuras mineras y no sólo por los asentamientos vinculados a ellas, como ocurría hasta ahora. Ese mismo registro arqueológico ha permitido realizar una secuencia de la evolución medioambiental de la zona, clarificando las profundas transformaciones territoriales producidas (más de 1.200 hectáreas afectadas) y registrando deforestaciones parciales durante el laboreo minero.
Nueva propuesta acerca del ruina montium
Por otra parte, gracias a la colaboración de científicos de la Universidad de Vigo, especializados en mecánica de rocas y fluidos, se ha elaborado una nueva propuesta acerca del procedimiento de ruina montium o derrumbe de montes. Descrita ya por Plinio el Viejo en el siglo I d.C., esta técnica fue utilizada especialmente en los sectores más espectaculares de Las Médulas, para alcanzar los niveles que contenían el oro.
Según los científicos, los resultados de la investigación permitirán elaborar propuestas científicas que justifiquen la delimitación de áreas (hay más de 49.000 hectáreas afectadas) y figuras de protección tanto a nivel nacional como internacional.
El proyecto es el resultado de un acuerdo entre el CSIC y la Junta de Castilla y León, que subvencionó la propuesta con 110.000 euros. Además del Instituto de Historia del CSIC y de la Universidad de Vigo, han participado investigadores de las universidades de Cantabria, Tarragona, Valencia, Cartagena y Jaén. Además, la empresa de arqueología Terra-Arqueos S.L. ejecutó los sondeos y BETA Analytic Ltd. realizó dataciones radiocarbónicas.