Halladas pruebas de poblamiento humano durante la prehistoria reciente en las marismas de Doñana
La identificación de pólenes y restos microscópicos de la actividad humana en los sedimentos acumulados permiten reconstruir los diferentes paisajes de Doñana.
El estudio, con participación del CSIC, ha sido publicado en la revista ‘Journal of Archaeological Science: Reports’.
La marisma de Hinojos, en el Espacio Natural de Doñana, estuvo poblada hace 5.000 años. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Huelva, la Universidad de Granada, la Universidad de Barcelona y la Fundación del Hogar del Empleado (FUHEM). El trabajo, publicado en la revistaJournal of Archaeological Science: Reports, ha hallado en el subsuelo del humedal pruebas de un asentamiento humano del III milenio antes de nuestra era.
“La identificación de pólenes y de restos microscópicos de la actividad de seres humanos y animales en muestras de la sedimentación acumulada durante el Holoceno nos ha permitido hacer una estimación de los diferentes paisajes de Doñana en el pasado. Los resultados han venido a corroborar de modo independiente los de la investigación geológica, arqueológica y cronológica realizada por nuestro equipo con anterioridad”, explica el investigador del CSIC Juan José Villarías-Robles, del Instituto de Lengua, Literatura y Antropología.
Transformación del terreno
Los pobladores de este asentamiento, cuyas huellas se hallan sepultadas bajo muchos metros de sedimentación posterior, “practicaban al menos la agricultura y la ganadería”, apunta el investigador del CSIC José Antonio López-Sáez, del Instituto de Historia. Entre los años 2200 y 2000 antes de nuestra era se produjo una rápida transgresión marina y la línea de costa se desplazó hacia dentro del continente gracias en parte al hundimiento de la superficie por la tectónica del suelo de la desembocadura del Guadalquivir. Este episodio geológico, que coincidió con un tsunami en el Golfo de Cádiz, puso fin repentino a esa comunidad y a su cultura y transformó el paisaje de forma radical.
La desaparición de ese poblamiento, indica el estudio, tuvo lugar cuando ya se había iniciado en los países del Mediterráneo una nueva fase climática del Holoceno, más seca y cálida que la anterior. Antonio Rodríguez-Ramírez, investigador de la Universidad de Huelva, señala que “el hundimiento del terreno continuaría progresivamente hasta los primeros siglos de nuestra era, por lo que la geomorfología de las formaciones litorales y estuarinas del Espacio Natural (la que hoy es visible sobre el nivel del mar) tendría una antigüedad de tan sólo unos 2000 años como máximo”.
“El poblamiento en las hoy marismas de Doñana no se recuperó hasta unos mil años después de la transgresión marina de finales del III milenio antes de nuestra era, en parte por esas nuevas condiciones climáticas del Holoceno y en parte porque en el milenio siguiente tuvieron lugar en el Golfo de Cádiz otros dos tsunamis del Atlántico en el litoral: uno hacia el año 1450 antes de nuestra era y el segundo, unos 300 años más tarde. Fue sólo después de este último episodio cuando la zona pudo conocer un nuevo desarrollo cultural, el de la fase final de la Edad del Bronce en el suroeste de la Península, que es el que encontraron los exploradores y comerciantes fenicios, que marcó el paso de la península de la prehistoria a la historia”, añade Villarías-Robles.
La existencia de poblamiento humano en las hoy marismas de Doñana en los periodos Calcolítico y Edad del Bronce, así como de huellas de episodios de olas extremas destructivas del Atlántico en el litoral del bajo Guadalquivir en los milenios III y II antes de nuestra era, contradicen el modelo aceptado hasta la fecha por la mayoría de historiadores y arqueólogos sobre la formación de las marismas del Guadalquivir y del actual paisaje del Espacio Natural de Doñana.
Este estudio se enmarca dentro del Proyecto Hinojos, una iniciativa multidisciplinar iniciada en 2005 con el apoyo de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y de la Junta de Andalucía. Este proyecto ha contado con financiación de la Fundación Caja de Madrid, la Fundación Doñana 21, el Ayuntamiento de Hinojos, la firma alemana Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt (DLR), la National Geographic Society de Estados Unidos y la Fundación del Hogar del Empleado (FUHEM), así como del Plan Nacional de Investigación en España y el de Investigación de la Junta de Andalucía.