El proyecto Guinzé Sefarad recupera la historia de los judíos medievales
Fuente: Nota de prensa del Departamento de Comunicación del CSIC
La sociedad, la cultura, y las redes sociales y familiares de los judíos medievales de la Península Ibérica son un campo de la historia que aún presenta muchas lagunas para los investigadores. Para intentar recuperar su historia, un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se está encargando de buscar, restaurar y analizar cientos de documentos manuscritos de los judíos producidos con anterioridad a los decretos de expulsión de Sefarad.
“Con Guinzé Sefarad intentamos indagar en cuestiones relativas a las estrategias y relaciones familiares, los valores sociales y la movilidad geográfica, entre otros aspectos, de los judíos en una época convulsa. A finales del siglo XV todos los estados peninsulares habían prohibido el judaísmo, incluso Navarra, el último de los territorios, donde se decreta una expulsión que se concreta en una conversión obligada, y a partir de ese momento se pierde el rastro de gran parte de esa sociedad”, explica el investigador del CSIC Javier Castaño, del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo.
Cuerpo principal de la ketubbá o contrato matrimonial en pergamino de Yehudá Sarfatí y Dueña Sarfatí (1487), judíos de Jaca. Se extrajo de las cubiertas de un protocolo notarial de 1544 de un notario de Berdún (Huesca) y allí permaneció oculto hasta fechas recientes.
Documentos reciclados
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan Castaño y su equipo es la escasez de documentos manuscritos producidos por los judíos de esa época, y los que existen se encuentran muchas veces en mal estado tras haber sido reciclados con otra función. “Durante la Edad Media el papel no abundaba, el pergamino era caro y muchos documentos pasaron componer otros, como en el caso de las encuadernaciones de piel rellenas de cartón compuesto por documentos de menor valor”, explica Castaño. “La historia se fundamenta en el estudio de documentos conservados en archivos, pero los archivos existen si la institución pervive o se transforma. Las comunidades de judíos conservaban documentación relevante, pero sus archivos, comunitarios y personales, desaparecieron porque las conversiones y los decretos de expulsión resultaron traumáticos. En esas situaciones, muchos documentos quedaban sin uso ni valor, por lo que no tenía sentido conservarlos, como sucede con los privilegios reales, o en el caso de conversión, de los contratos matrimoniales… Todo ese material quedaba sin uso y, o bien se destruía, o se reciclaba”, añade el investigador. El proyecto trata de superar ese obstáculo y reconstruir de manera virtual, con fragmentos y documentos tomados de aquí y de allá, lo que hubiera sido un archivo judío. En el proceso los investigadores están analizando documentos de diferente naturaleza: contratos matrimoniales (o ketubbot), últimas voluntades, inventarios de propiedades, o nóminas fiscales, entre otros documentos civiles. “Nos encontramos con tipologías documentales novedosas y eso hace que esta colección sea única en Occidente ya que, por ejemplo, en Alemania e Italia muchos de los fragmentos que se han rescatado son de carácter literario, y no permiten reconstruir la historia de los judíos de carne y hueso”, apunta Castaño.
Visión de la comunidad judía desde dentro
Hasta hace no mucho, buena parte de los documentos al alcance de los investigadores para elaborar una historia de los judíos de la Sefarad medieval habían sido elaborados por individuos ajenos a esa comunidad, fundamentalmente cristianos. El proyecto Guinzé Sefarad plantea una aproximación diferente, pues los documentos y fragmentos recuperados escritos por los propios judíos permiten conocer aspectos internos de su sociedad.
La lectura de los textos y el análisis combinado de su estructura formal, contenido temático y soporte material constituye un punto de partida para analizar distintos aspectos de la vida de los individuos de la comunidad judía y de cómo organizaban sus redes sociales. «En ocasiones, los documentos reflejan las relaciones sociales, de parentesco o contractuales de determinadas personas que tras su conversión cambiaron de nombre y se perdió su rastro, por eso es también necesario realizar un estudio cruzado de materiales tanto hebraicos como romances», comenta Castaño.
Contratos matrimoniales
Las ketubbot ofrecen a los investigadores gran cantidad de información acerca de los rasgos de las personas, sus redes familiares y los niveles de riqueza, ya que, entre otros datos, dan detalles acerca de la cuantía de las dotes y arras, y contienen ocasionalmente una descripción de bienes muebles e inmuebles. Los contratos matrimoniales arrojan luz acerca del matrimonio judío y de los perfiles de los contrayentes. Además, en ellos se observa un notable nivel de endogamia entre las familias arraigadas en algunas ciudades. Permiten también interpretar las dotes que las mujeres aportaban al matrimonio, los bienes que recibían en donación y averiguar algunos indicios de su recorrido vital posterior. “La ketubbá simboliza el inicio de un proyecto familiar pensado para garantizar la continuidad de la vida judía. Paradójicamente, la conservación de un número importante de contratos matrimoniales reciclados como material de encuadernación de protocolos notariales apunta al fracaso de alguno de los objetivos planteados inicialmente. Estos documentos pueden servir de metáfora de unos destinos no destruidos pero sí truncados, de mutaciones de identidad que recubren formas de ser que en ese momento histórico dejaron de tolerarse”, concluye el investigador.